Todos hemos leído o escuchado, en alguna ocasión eso de “ la economía tiene sus ciclos” o la frase “estamos en un momento del ciclo expansivo”. En el artículo siguiente nos proponemos aclararte, de manera sencilla y amena, definir que son los ciclos económicos y su importancia para nuestras inversiones y, por supuesto, nuestra vida.
Si en alguna ocasión consigues adentrarte en un aula de cualquier facultad de Ciencias Económicas, lo primero que vas a escuchar del profesor es que la economía tiene sus propias leyes y hay que conocerlas en profundidad. Para eso va el estudiante a la Universidad, evidentemente. Pues bien, lo más probable, es que el ciudadano de a pie que no tuvo la oportunidad de pisar esas aulas, no conozca dichas leyes y viva de espaldas a una realidad económica que va a determinar, en gran medida, todo el desarrollo social, laboral e incluso cultural de un área determinada.
Es por ello, que, sabiendo que será muy difícil convertirnos, de la noche a la mañana, en expertos en la materia, si te recomiendo tener una gota de conocimiento dentro de este océano de sabiduría que son las Ciencias Económicas.
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LA ECONOMÍA ES UN BUCLE
Seguramente que, en alguna ocasión, te habrás paseado en un carrusel, una de esas atracciones de ferias y parques de atracciones que giran y giran sin parar. Pues bien, si guardamos en la retina la imagen de esto, podemos, de manera simplificada, extrapolarlo a la economía. Básicamente, las partes que componen los ciclos económicos van y vienen periódicamente y se repiten a lo largo de la historia como ese carrusel que has visualizado en el ejemplo anterior. Lo importante de esto es que, como todo sustrato social, las cosas cambian, para bien o para mal, por lo que debemos estar siempre alerta para optimizar nuestra toma de decisiones en el ámbito de la inversión y el trading. Te pongo el siguiente ejemplo: imagina un pueblecito costero de cualquier rincón mediterráneo que, en dos meses de verano, en condiciones normales, recibe un aluvión de turistas y visitantes que se disponen a disfrutar de los encantos de su gastronomía, playas y temperatura agradable a la orilla del mar. Sin embargo, cuando septiembre toca a la puerta, ese rinconcito costero atestado de personas, pasa, de la noche a la mañana, a convertirse en un páramo inhóspito y solitario. En este caso, el ciclo económico ajustado a esta población costera estaría fuertemente marcado por la estacionalidad del año, desarrollando un ciclo económico fuertemente expansivo (incluso un boom) en verano y una contracción durante el resto del año.
Como habrás podido deducir, los ciclos económicos se componen de una serie de fases o componentes que lo van caracterizando y suceden una y otra vez. Vamos a detenernos en ellos, por supuesto.
FASES DEL CICLO ECONÓMICO
Recuperación
La economía de un lugar o área determinada comienza a mejorar paulatinamente tras un período de crisis. Las personas suelen mostrarse cautelosas y son reacias a un consumo abundante, ya que aún viven con la costumbre y la sensación negativa de una economía que no ha inspirado confianza en el pasado más reciente. Asimismo, el número de transacciones económicas, inversiones, infraestructuras y emprendimiento en general, comienza a crecer a un ritmo lento pero constante.
Expansión y crecimiento
La economía de ese lugar o región descrito se acelera y, con ella, aumentan de manera importante y evidente gran cantidad de actividades económicas por sectores, así como el flujo de dinero y consumo entre particulares y empresas. Generalmente, en esta fase, los emprendedores y pymes suelen tener una importante dosis de aliento e impulso en su nicho de mercado, obteniendo ganancias recurrentes. Evidentemente, ocurre lo mismo con inversiones realizadas sobre empresas o activos que se encuentran dentro de este momento de ciclo.
Clímax y apoteosis
La economía se dispara y, con ella, la confianza de todos los participantes del mercado, que piensan que nada malo les va a ocurrir nunca. La avaricia y el afán por realizar inversiones, consumir y emprender son características definitorias de este momento importante, ya que se aproxima, justamente en el mejor momento, la temida caída.
Ralentización o estancamiento
En ocasiones, cuando la economía de una área o región comienza a dar síntomas de agotamiento, en lugar de bajar rápida y bruscamente, se desacelera poco a poco, dando la falsa sensación, a priori, de que se trata de un simple parón, para, en el futuro inmediato, volver a arrancar con fuerza.
Crisis o recesión o período de contracción
Llegó el tan temido momento. La economía comienza a caer y, con ello, gran parte de los activos del mercado. Los participantes y actores del mercado miran con escepticismo las noticias y viven con la esperanza de que todo sea una falsa alarma.
Aún queda grabado en el inconsciente colectivo la reciente época dorada de consumo desbocado, ganancias y plusvalías cuantiosas y crecimiento perenne.
En este momento, la oferta de dinero bancario mengua, los empleos son destruidos en masa y los pequeños empresarios ven reducidos sus márgenes de ganancia e, incluso, ven peligrar sus negocios.
Depresión
Se trata de una exacerbación del proceso recesivo; un socavón profundo y doloroso que, afortunadamente, no sigue tras todas las recesiones. Esta fase del ciclo es un drama social y económico y suele estar asociado a grandes convulsiones históricas, como guerras, estallidos sociales y cambios de modelo político y económico.
CONCLUSIONES
Como has podido comprobar, la economía no dista mucho de la vida en sí misma, ya que encontramos períodos de ida y vuelta. Los ciclos económicos forman parte de las reglas y leyes inherentes a las Ciencias Económicas y resulta fundamental conocerlas y estar preparado para poder convivir con ellos y asumirlos con naturalidad. Así como en invierno es probable que el tiempo sea frío y debas abrigarte, debes mirar frecuentemente por tu ventana para otear en qué momento económico se encuentra el lugar donde resides, y el mundo de manera global, para poder abrigarte o aligerar tu atuendo.
CONSEJOS
a) Ten siempre presente la sabiduría popular, lo que nuestros ancestros siempre han tenido en mente. Seguro que conoces la fábula de las vacas flacas. Nunca olvides que puede pasarte a ti.
b) Evita la frustración del pensamiento negativo. Evidentemente, no puedes hacer nada por cambiar o frenar la aparición de un ciclo económico adverso. Pero sí puedes ceñirte a un plan personal de contingencia, es decir, estar preparado para una crisis y desarrollar un programa de protección para ese momento.
c) No busques excusas ni culpables en las crisis. Etimológicamente, la palabra “crisis” significa “oportunidad”, así que enfócate en buscar soluciones que tú puedas desarrollar. Recuerda que tienes muchas virtudes que puedes activar para protegerte.
d) Ten siempre presente en tu vida un núcleo duro personal, familiar y profesional que te aporte valor. En momento de crisis te podrán aportar el oxígeno que necesitas y, en períodos de bonanza, podrás compartir con ellos los éxitos. Porque, ¿de qué sirve conseguir objetivos y metas si luego no puedes celebrarlo con allegados?
e) Busca asesoramiento profesional valioso en cada momento de ciclo. Recuerda que en los momentos difíciles se comprueba realmente la calidad de las personas, así que no tengas miedo a contratar servicios y formación en momentos convulsos. Pueden ser tu mayor ventana de oportunidad.
f) Nunca pierdas la esperanza. Se dice mucho a pie del parqué de los mercados aquello de “la esperanza nunca es una estrategia” pero, evidentemente, como personas, necesitamos un horizonte por el que luchar. Ya sabes que, justo cuando la noche es más oscura, comienza a amanecer.
g) La velocidad del mundo actual es sideral. Y la economía no es ajena a ello. Por tanto, no olvides que los grandes ciclos económicos, actualmente, se caracterizan por ser mucho más bruscos, inesperados y rápidos. Períodos de ciclo en siglos pasados que precisaban de décadas para su desarrollo, hoy día pueden ser vividos en meses.
h) Mantente siempre despierto/a y reflexivo. La observación es la virtud más importante para el científico de la inversión. Toma buena nota de lo que dice la gente a tu alrededor y en otros lugares del mundo; lo que es tendencia y lo que no. Recuerda que, cuando la complacencia y la música de violines inundan las calles y el imaginario colectivo se auto declara especialista en mercados, bolsa e inversiones, lo más probable, es que se aproxime una gran crisis.