Desde tiempos inmemoriales, el ser humano se ha sentido tremendamente atraído por el oro, metal precioso con características y funciones industriales y económicas, como reserva global de valor. Han sido multitud las civilizaciones, imperios y sociedades que han referenciado su modelo económico, político y social al uso de este metal precioso, así como a su fiel compañera, la plata, acuñando monedas compuestas de estos metales preciosos o, simplemente, referenciando y respaldando la emisión de masa monetaria a través de oro y plata.
Por tanto, lo primero que debes tener claro es que invertir en oro no es una moda pasajera ni una tendencia contingente; ha convivido con nosotros desde que los humanos nos propusimos prosperar en comunidad y realizar intercambios económicos.
Vamos a tratar de aclarar los fundamentos básicos de este metal precioso en particular para que puedas afrontar, de manera exitosa, un abordaje inteligente a la hora de invertir en este activo.
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Historia del oro
Desde hace miles de años los seres humanos hemos sentido la necesidad, ya que estamos programados para ello, de intercambiar y mercadear objetos, enseres, mercancías y productos en mercados más o menos sofisticados y regulados. El trueque primitivo de las primeras sociedades fue derivando en sistemas más complejos según las hojas del calendario humano iban pasando. Así, la aparición y auge de diferentes mega civilizaciones humanas que marcaron época necesitaron de manera inherente una estructura económica sólida que diera sustento a todo su andamiaje.
Vamos a volver la mirada durante un momento al Imperio Romano. De sobra por todos es conocida su gloriosa época y cómo florecieron en ella las más nobles artes, cultura y desarrollo social, convirtiéndose en referente que ha dejado huella para siempre en toda la especia humana. Pues bien, la primera lección importante que nos deja la Historia a aquél historiador sensato y serio que quiera, de verdad, asomarse a la realidad, es que la decadencia de cualquier sociedad, imperio o civilización va de la mano de una crisis sistémica profunda en su modelo económico. Por eso te voy a contar qué ocurrió en la gloriosa Roma en su deterioro y posterior caída; presta atención.
Los Romanos fueron pioneros en la creación de un sistema monetario de uso corriente popular y sólido, aceptado y casi universal en cada rincón de su vasto imperio. Dicho sistema monetario estaba basado y respaldado en la fabricación de dinero en monedas a partir de plata; así, para acuñar y crear estos recursos de riqueza se necesitaba siempre la existencia de metales preciosos; el respaldo era total. Pues bien, según el imperio se expandía y aumentaba la necesidad de financiar empresas bélicas y sostener una civilización cada vez más compleja, los diferentes emperadores optaron por la “inteligente” opción de devaluar su moneda fabricándolas, paulatinamente, con menor cantidad de plata.
Así, con el paso del tiempo, el dinero valía cada vez menos, y menos (te suena, ¿verdad?), hasta que llegó el colapso sistémico y la civilización se desmoronó como un castillo de naipes: revueltas populares, aparición de núcleos y áreas reclamando soberanía propia, corrupción gestora y ejecutiva, deterioro de la sociedad y la cultura en general (artes, música, corrientes de pensamiento). Si eres de esas personas analíticas y observadoras (probablemente, si has leído hasta aquí, lo seas), en alguna ocasión te habrá parecido que, últimamente, el mundo parece que se ha vuelto loco por completo, que mucha gente ha perdido el sentido común y no te sientes cómodo/a con todo esto que está pasando. Pues bien, piensa con detenimiento el ejemplo que te he brindado sobre nuestra cultura madre, la romana, con la que tantas semejanzas compartimos y hacia dónde nos encaminamos.
¿Por qué debes invertir en oro?
En anteriores artículos te expliqué el funcionamiento de los diferentes Bancos Centrales y los criterios de política monetaria seguidos en los últimos tiempos, basados en la impresión, prácticamente ilimitada de dinero fiat como respuesta a convulsiones y crisis en los mercados financieros. Es por esto que, el valor del dinero en papel a nivel mundial, sea cual sea, básicamente, la divisa, está cayendo en picado y, con ello, aumenta la incertidumbre y perjuicio para el pequeño ahorrador que dispone de una modesta suma de dinero en su cuenta bancaria.
Y es más, las políticas de los diferentes organismos que rigen la economía a nivel planetario, lejos de huir de estas medidas tan expansivas de impresión a mansalva de dinero “fake”, están catalizando y aumentando la emisión masiva de liquidez en los mercados financieros a partir de impresión infinita de dinero que no existe, que no está basado en ningún bien ni servicio ni intercambio; es la era de la MMT o Teoría Monetaria Moderna, que aboga por esta impresión salvaje de dinero y aumento desmesurado de deudas gubernamentales y corporativas privadas.
Esta, aparentemente, somera pero contundente explicación, debe hacerte reflexionar de manera profunda sobre la auténtica realidad de nuestra economía, de dónde venimos y hacia dónde vamos, si todo este castillo con cimientos de arena es sostenible o no. Mi modesta opinión es que, evidentemente, el colapso sistémico de este modelo planetario basado en la impresión de dinero que no existe para rescatar y salvar a grandes corporaciones y élites financieras a costa de que la población en general pague la factura a base de impuestos, inflación, recortes de salarios y destrucción de empleos, está más cerca que nunca. Por eso, debes plantearte seriamente estudiar con detenimiento la inversión en activos de protección y cobertura ante escenarios como el descrito anteriormente; y el oro cumple a rajatabla con esa misión.
Ante una pérdida continuada y secular de valor del dinero de uso corriente, el oro cumple ese papel protector de valor refugio, ya que no puede ser manipulado ni impreso a discreción por ningún Banco Central (algún día te contaré que los Bancos Centrales incluso tratan de distorsionar el precio del oro), por lo que, grandes fortunas y magnates del mundo, durante los últimos años, han ido añadiendo a su cartera posiciones en oro.
¿Cómo invertir en oro?
A lo largo de la historia, la inversión en oro, como te he venido contando en este artículo, ha resultado muy atractiva para las personas. Seguro que conoces las historias de aquellos buscadores de oro que viajaban al continente americano (la llamada fiebre del oro) o de míticos y legendarios tesoros que eran robados o custodiados por corsarios y aventureros de la época.
Pues bien, la tenencia física del activo, del metal precioso, sigue más vigente que nunca y es una oportuna manera de invertir y proteger tu patrimonio. Existen diferentes presentaciones de oro, bien en forma de monedas, monedas conmemorativas, lingotes, joyas, etcétera. Deben contar con certificación oficial (existe una incipiente corriente fraudulenta de fabricación de oro falso, mezclado con metales vulgares) y debes acudir a vendedores debidamente respaldados y acreditados. Por desgracia, las diferentes oficinas de bancos comerciales (aquellos que encuentras en la esquina de tu calle) han dejado, de manera general, de vender oro, ya que, el sistema bancario sabe perfectamente que el oro es una excelente reserva de valor y están acumulando y guardando toneladas de lingotes en sus bóvedas como mecanismo de protección.
Por otro lado, como mecanismo de protección, si piensas adquirir oro o plata físicos, siempre es buena idea que sean custodiados en algún lugar seguro, bóveda o caja fuerte privada que garantice su mantenimiento en caso de robo o asalto. Actualmente, existen empresas que custodian y garantizan el oro físico en bóvedas y minimizan el riesgo de robo o sustracción.
Sin embargo, aunque la manera más tradicional y conocida de invertir en oro es a través de obtener el metal, te comento otras vías interesantes:
- Puedes invertir en oro a través de productos financieros que replican el comportamiento del precio de este activo, como pueden ser los fondos de inversión o ETFs. Son productos sólidos y conllevan una serie de comisiones, como suele ser de recibo a la hora de contratar y mantener este tipo de productos.
- Otra opción interesante es invertir y participar en el mercado del oro a través de los futuros financieros de este activo. Comprando futuros, replicas el precio del oro sin necesidad de tenerlo físicamente.
- Existen empresas cotizadas en las bolsas mundiales que se dedican al negocio del oro, bien sea extracción, minería, tenencia, etcétera, por lo que, invirtiendo en estas compañías, tu dinero estará tremendamente correlacionado con la evolución del mercado del oro.
Consejos y Conclusiones
- La inversión en metales preciosos puede ser una brillante estrategia a futuro, debido la continua incertidumbre en los mercados financieros y la incipiente burbuja de deuda y dinero creado de la nada, por obra y magia de los banqueros centrales
- La inversión en oro, como cualquier inversión, precisa de unos fundamentos básicos y de un plan estratégico diseñado de manera pormenorizada, si deseas realmente tener éxito; y lo que es más importante, dormir tranquilo/a por la noche. No dudes en consultar a especialistas en la materia, formarte y aprender en este maravilloso mundo que supone la inversión en activos.
- Nunca obvies las valiosas lecciones que nos brinda el pasado. Creer que errores de otros tiempos no son factibles en la actualidad y no pensar lo impensable puedes salirte caro, muy caro. Créeme.
- Nos encaminamos a una zona de la historia económica humana jamás vista antes, por lo que es la hora de pensar en soluciones y estrategias novedosas y mantener siempre los ojos bien abiertos y la mente despierta.
- La explosión durante los últimos años de los precios de activos como el Bitcoin y universo de criptomonedas nos puede estar señalando el camino indicado en este artículo, el ocaso del dinero fiat (dólar, euro, etcétera) que siempre has conocido.